Durante décadas, la educación tradicional ha utilizado una estructura de enseñanza, que comúnmente sigue el siguiente orden. Primero, un experto enseña cómo se hacen las cosas a través de diferentes mecanismos, el más utilizado la exposición magistral. Después se intentan resolver ejercicios o se realizan tareas para aplicar el conocimiento transferido. Finalmente se evaluá al aprendiz para certificar su aprendizaje.
Este mecanismo de enseñanza, usado durante décadas, obliga a los estudiantes a memorizar gran cantidad de información, sobre todo teórica. Información poco relevante en la vida real porque no se aplica, provocando que el conocimiento adquirido se olvide a corto plazo. Si repetimos este proceso durante 18 años de nuestra vida, que corresponde a la educación formal promedio de una persona. Y a esto le sumamos unas 1000 horas de capacitación en la empresa, será suficiente refuerzo para convertir al aprendiz en un ser pasivo y al aprendizaje en memoria. El resultado es simple, profesionales con poca o nula capacidad de razonamiento y pensamiento crítico. Además con una seria dificultad para afrontar, resolver problemas y trabajar en equipo.
Con el objetivo de superar estas limitaciones de la educación tradicional, surgió durante los años 60 una propuesta. Esta propuesta plantea modificar el orden de los factores para alterar el resultado. Me refiero al ABP o Aprendizaje basado en problemas. Una metodología que tiene como centro al alumno y los mecanismos que utiliza para resolver problemas de la vida real.
El ABP es definido por Barrows (1986) como “un método de aprendizaje basado en el principio de usar problemas como punto de partida para la adquisición e integración de los nuevos conocimientos”. Las principales características de esta metodología son:
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El aprendizaje está centrado en el alumno
Aunque siempre con la guía de un tutor, son los alumnos quienes adquieren la responsabilidad por su propio aprendizaje. Para ello, deberán identificar la información necesaria, resolver el problema y conseguir las mejores fuentes para obtenerla.
El aprendizaje es colaborativo
Esta metodología requiere del trabajo conjunto de pequeños grupos de entre 5 a máximo 8 estudiantes. Cada grupo tendrá que participar de manera activa en la construcción del conocimiento para resolver el problema.
Los profesores son facilitadores y aprenden junto con los alumnos
El tutor no tiene el papel de experto sino de guía, plantea preguntas a los alumnos que les permiten reflexionar sobre el problema y los mantiene enfocados en su resolución. Además, aprenden en el proceso gracias a la investigación y el debate que hacen por su parte los alumnos.
Los problemas son el estímulo y el método para alcanzar objetivos y desarrollar competencias
La resolución del problema se convierte en un desafío para los estudiantes. Este desafía los estimula a investigar, colaborar debatir y poner a prueba sus habilidades que son potenciadas por este ejercicio.
El aprendizaje se convierte en experiencia
Mientras los alumnos analizan, prueban hipótesis y comparan resultados, deben experimentar una y otra vez. En ocasiones, incluso tendrán que elaborar prototipos, por ello el aprendizaje pasa de teórico a experiencial.
¿Por qué el ABP puede contribuir a mejorar el índice de transferencia?
Además de todo lo que hemos visto y los múltiples estudios que se han realizado con relación al uso de esta metodología, es notable su potencial para mejorar el índice de transferencia del conocimiento a la practica en la vida real. Repasemos algunos motivos:
El aprendizaje es un proceso en construcción
Los alumnos no asumen una postura receptiva y estática sino proactiva y reflexiva. Aportan en la construcción del nuevo conocimiento mejorando la retención y el acoplamiento de los nuevos conocimientos en los conocimientos previos, esto hace más sencillo el reconocimiento de situaciones similares en la vida real y la recuperación del conocimiento almacenado en la memoria para enfrentarlas.
Se pueden resolver problemas de la vida real en clase
La utilización de problemas reales en esta metodología representa una gran oportunidad para el estudiante, que en colaboración con otros estudiantes y el mismo tutor pueden encontrar soluciones que de otra forma no serían capaces de visualizar.
Se adquieren estrategias para resolución de problemas
Conforme se va ganando experiencia en esta metodología, el estudiante va desarrollando estrategias propias para resolver problemas, que mejoran con cada nuevo obstáculo que debe enfrentar. Estas estrategias se trasladan a la vida cotidiana, donde son utilizadas de forma frecuente para solucionar cualquier tipo de situaciones problemáticas.
Estaremos abordando los pasos para aplicar esta técnica en otros artículos. Espero que este les haya gustado, si fue así, por favor compartan y denle like.